CONSERVADORISMO - ¿CONSERVAR QUÉ?

Norberto Rossell
Militante de Compromiso Popular
25/02/2008

Una de las características del pensamiento conservador a lo largo de la historia moderna ha sido la de ver el mundo según compartimentos más o menos aislados, independientes, incompatibles. En su discurso, esto se simplifica en una única línea divisoria: Dios y el diablo, nosotros y ellos, los verdaderos hombres y los bárbaros.

En su práctica, se repite la antigua obsesión por las fronteras de todo tipo: políticas, geográficas, sociales, de clase, de género, etc. Estos espesos muros se levantan con la acumulación sucesiva de dos partes de miedo y una de seguridad.

Traducido a un lenguaje posmoderno, esta necesidad de las fronteras y las corazas se recicla y se vende como micro política, es decir, un pensamiento fragmentado (la propaganda) y una afirmación localista de los problemas sociales en oposición a la visión más global y estructural de la pasada Era Moderna.

Estas comarcas son mentales, culturales, religiosas, económicas y políticas, razón por la cual se encuentran en conflicto con los principios humanísticos que prescriben el reconocimiento de la diversidad al mismo tiempo que una igualdad implícita en lo más profundo y valioso de este aparente caos. (Jorge Majfud-escritor uruguayo)

No pienso hacer una disquisición filosófica del conservadorismo, me identifico plenamente con la lectura de los párrafos anteriores.

Sin embargo la mayor parte del contenido del presente envío –que se dispara a partir de la nota del diario Los Andes: “El demócrata que asesora a Jaque en las sombras”- tiene como objetivo impulsar la reflexión acerca de:

¿Qué cosas, modelos o ideas queremos conservar?,

¿Cuáles son los modelos sociales dignos de ser conservados?,

¿Aquellos reflejados en las entradas siguientes y otros similares que aquí no se mencionan?

Y por sobre todo ¿qué tiene que ver el pensamiento político conservador con el Peronismo?

¿Qué tiene que ver el Peronismo con un paradigma que atiende sólo al cálculo económico: costo/beneficio monetario?

¿Qué tiene que ver el peronismo y Kirchner con los que han sido los cuadros administrativos y operativos de la Dictadura?

Es verdad que los grandes absolutos ideológicos ya no son tales, pero también es verdad que moverse solamente en el tablero de las alianzas políticas con el sólo afán de conservar el poder, es caer en un reduccionismo de aquella complejidad que nada aporta a la resolución de los problemas sociales centrales.

Se suele decir que la sociedad mendocina es conservadora, afirmación que se utiliza, la mayor de las veces, para justificar posturas reaccionarias.

¿Quiénes son los conservadores? Los dirigentes o la sociedad en su conjunto.

La respuesta es obvia, los dirigentes que insisten una y otra vez con modelos que ya han demostrado ser, no sólo inservibles sino a la vez, perniciosos.

La sociedad mendocina en su conjunto sólo quiere –como cualquier otro grupo humano- encontrar mejores condiciones de vida.

Una máxima a la que no se presta atención dice que: “no podemos intentar solucionar los problemas que nos aquejan estando en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando los creamos” (Albert Einstein).

En última instancia el conservadorismo encierra un alto nivel de ignorancia de esta verdad infinitamente comprobada, o un alto nivel de ignorancia de cuáles son los problemas a los que nos enfrentamos.