Iceberg, un espacio del campo nacional y popular
AM750 Miércoles 17 hs
Buenos Aires 30/01/2008
Patria Si - Mirta Muragüa
Los peronistas no son ni buenos ni malos; son incorregibles.
Jorge Luís Borges
Un peronómetro por favor.
Por ultimo vamos ha hablar de la puesta en marcha del Partido Justicialista.
En una editorial del 2006 intentamos aportar a un debate sobre el peronismo y en particular si debía reflotarse el Partido en un tiempo en el que los partidos se habían ganado el olvido y la condena del ciudadano.
Nos preguntábamos si el peronismo había demostrado que ganaba las elecciones porque no tirar al desprestigiado partido al lugar de las cosas inservibles?
Rescatábamos la concepción movimientista del peronismo y la necesidad circunstancial de formularse en una instancia electoral.
Que bueno seria contar con el fantasmal peronómetro, artefacto de larga historia que ni Perón decía poseer, y que se utilizaba para medir cuan peronista era cada uno. Una especie de espejo mágico que devuelve una imagen impoluta, alejada de toda contradicción o agachada.
Hoy los referentes del peronismo coinciden en la necesidad de revitalizarlo bajo la conducción de Kirchner.
Algunos imaginan al partido como el vector político de un amplio espacio de coincidencias y otros abogan por la construcción de un espacio mas amplio aun, donde convivan en igualdad de oportunidades otras expresiones políticas genuinas, algunas de proyectos personales y hasta desgastados sellos. Todos en igualdad de condiciones.
Hablan de actualizarlo, reduciéndolo para agilizarlo evitando sus paquidérmicos desplazamientos en medio de amplios debates.
Perón calificaba a los partidos políticos de obsoletos hace 50 años cuando comenzó a proponer la democracia social.
Hoy siguen siendo la herramienta mediante la cual el ciudadano otorga representatividad mediante el voto.
Las elecciones del 28 de octubre han mostrado la vigencia del peronismo más allá de la desmovilización a la que se lo condeno en las últimas décadas.
También ha demostrado que sigue siendo una especie de iceberg.
Mientras arriba se muestran los dirigentes, por debajo masiva y poderosa surge la memoria histórica de un pueblo que es capaz de desbordar las estructuras, obligándolo a adaptarse y dar respuesta a los problemas de los nuevos tiempos.
Sabemos que el peronismo es frentista. Con decenas de siglas ha encabezado las boletas.
Que lo conduzca quien ha demostrado ser su mejor cuadro es ya casi una imposición.
Es de esperar que en el núcleo estén aquellos de probados servicios y sólida ideología, pero debe ser ardua la tarea porque raramente coinciden esas dos condiciones.
Creemos que si Perón delego en los trabajadores las mayores responsabilidades como sector, (ver discurso ante el Parlamento del 1/5/74 o el Proyecto para el Modelo Nacional), estos deben tener un lugar relevante en la conducción.
Un movimiento político como el peronismo, tan exitoso a pesar de lo implacables que han sido sus enemigos cuando lo derrocaron; que vuelve a ponerse de pie y permanece vigente de manera que los ciudadanos lo siguen eligiendo para que gobierne el país, atrae a algunos liberales que aspiran a tener una pata peronista.(o sea un peronismo mutilado que solo les sirva para juntar votos) para confundir y legitimar sus intereses.
Cualquiera sean las formas que se adopten para el funcionamiento del Partido, pensamos que lo importante es que conserve lo profundo de su esencia, de su identidad; esas aptitudes que las mayorías preservan a través del tiempo y de los intereses que han tratado de desviarlo de sus objetivos estratégicos: la grandeza de la Patria y la felicidad de su Pueblo.
Como admiradores de Gatica que somos, lo nuestro no es la política, siempre fuimos peronistas no mas.
Por eso vamos a ocuparnos de las noticias de la semana y de la cultura con la sana intención de desazonzarnos.
INCORREGIBLES
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